Los errores y horrores de utilizar un servicio de traducción automatizado

No se trata de satanizar un servicio tecnológico que resulta muy útil para procesos cotidianos; y precisamente porque somos optimistas en este blog, empecemos por descubrir el lado amable de los servicios de traducción automatizados:

Hoy puedes encontrar traductores automatizada en prácticamente todas las redes sociales, de hecho google, cuenta con una herramienta que mejora día con día y que te ayuda a traducir un sitio web que está escrito originalmente en un idioma distinto al tuyo, para que puedas leer su contenido en tu lengua natal. Este tipo de servicios o herramientas te ayudan a darte un contexto general para conocer “a grosso modo” de qué se habla.

¿Cuándo sí puedes utilizar un servicio de traducción automatizado?

Además del tan utilizado traductor de google, también hay aplicaciones móviles que te ayudan a traducir a través del micrófono de tu teléfono, lo que una persona -hablante de otra lengua- quiere decirte o viceversa. La necesidad de saludar, pedir indicaciones para llegar a algún sitio en una ciudad que visitas, una conversación superficial u ordenar algo de comer o tomar en un restaurante, puede ser resuelta a través de este tipo de servicios de traducción automatizada. Cualquier error que se presente no evitará que logres captar el contexto general. Sin embargo hay momentos en los que utilizar este tipo de servicios, aplicaciones o herramientas no solo pueden confundirte más, sino que también pueden ponerte en una situación muy vulnerable al arriesgarte a que alguien más entienda algo muy distinto e incluso contrario a lo que realmente quieres decir.

Aún cuando hoy en día, la tecnología permite traducir documentos a través de diversas plataformas digitales, utilizando herramientas de inteligencia artificial y “machine learning” en cuestión de segundos, las discrepancias entre una traducción hecha a través de una herramienta de traducción automática y aquella que cuenta con el contexto suficiente para darle un sentido congruente a los textos, reconociendo tecnicismos, ámbito de especialización y contexto geográfico, pueden hacer toda la diferencia.

¿Cómo funcionan los sistemas de traducción automática (ta)?

Aún cuando estos sistemas avanzan a pasos agigantados, constante y rápidamente, podemos clasificarlos en tres grupos:

• RBMT (Rules Based Machine Translation) BASADOS EN REGLAS:

Las reglas gramaticales son el eje conductor de este tipo de programación. Funciona cruzando dos lenguas, sus reglas gramaticales y a partir de estas construye una traducción. El punto débil de esta opción es que ignora las estructuras lingüísticas, frases, palabras o expresiones que no se hayan incluido en las reglas gramaticales de una lengua, y deberás de saber que en el lenguaje cotidiano y técnico de un tema especializado, éstas son muchas.

• SMT (Statistical Machine Translation) BASADO EN ESTADÍSTICAS:

Funciona con un recurso básico para reducir el número de errores lingüísticos, estilísticos o terminológicos, también conocido como “corpus monolingüe”. Esta programación hace un cálculo de que tan probable es acertar con una traducción. La complicación se presenta aquí ya que la similitud entre una lengua y otra determina en gran medida su correcta funcionalidad, así como su grado de especialización y tecnicismos.

• NMT (Neural Machine Translation) BASADO EN REDES NEURONALES

Una de las tecnologías más avanzadas que emulan a las redes neuronales, explorando posibles conexiones entre “corpus paralelos” de dos distintos idiomas. Analiza posibles asociaciones entre dos palabras con información subyacente para conectar ideas y lograr traducciones. El gran riesgo con ese tipo de tecnología es que puedes encontrarte con ideas o palabras inexistentes ya que parten de caracteres y secuencias.

Con este contexto podemos darle paso a enlistar los errores y horrores a los que te puedes enfrentar si decides utilizar un servicio de traducción automático:

• Traducciones literales: Al traducir exclusivamente palabras y olvidar el contexto, regionalismos, tecnicismos, metáforas y demás herramientas lingüísticas, aseguramos horrores de traducción. Las canciones nos permiten ejemplificar ese punto. Tomamos una estrofa de “Mientes tan bien” una canción del dueto México-Argentino “Sin Bandera”. Al intentar traducir en un traductor automatizado la frase: “mientes tan bien, que me sabe a verdad, todo lo que me das” el resultado es: “you lie so well, that everything you give me, tastes true” algo que un nativo estadounidense, inglés o australiano tendrían muchas complicaciones para lograr entender.

• Acrónimos: Aún cuando cada vez más traductores automatizado reconocen muchos de los acrónimos conocidos mundialmente como: OTAN, OVNI, SIDA, etc. Muchos otros no son reconocidos por éstos. UN (United Nation), USA (United Stated of North America, WHO (World Health Organization)

• Polisemia y Homografía: Son muchos los idiomas que tienen palabras que se escriben exactamente igual, se pronuncian igual, pero que tienen significados completamente distintos, los errores en este sentido pueden resultar garrafales.

• Detección y traducción de terminología nueva: Al entender que una lengua es una entidad viva, que muta y se transforma constantemente, logramos tener en mente que hay continuamente términos que surgen y no necesariamente son reconocidos por los servicios de traducción automáticos. El resultado será una palabra que no se traduce o se traduce erróneamente.

• Errores originales perpetuados: Si el texto original tiene un error en gramática o sintaxis, un traductor automatizado muy seguramente no reconocerá la palabra; algo que un traductor profesional y especializado detectará inmediatamente y podrá corregir en ambos textos.

• Nombres propios: ¿Cuál sería el riesgo de traducir en un traductor automatizado, un texto que incluye un nombre como el de: Bella de la Fuente?; inténtalo en el traductor de Google para que te rías por un momento.

Ahora, ¿cúando debes de acudir con un traductor especializado, profesional y que pueda incluso certificar un texto?

 

Hay momentos en la vida que nuestro trabajo, situación migratoria, legal, financiera o médica (entre otros) nos enfrenta a la necesidad de traducir documentos muy técnicos para los cuales no contamos con el conocimiento, bagaje cultural o académico para poder arriesgarnos a confiar en un traductor automático. En estos casos es indispensable acudir a un experto traductor que pueda darle certeza absoluta a la traducción de tus documentos, pues al hacerlo, te protegerá a ti y a los procesos que quieras enfrentar.

Nuestra recomendación es que cuando necesites una traducción jurídica / legal, una traducción farmacéutica / medica, una traducción financiera / contable, una traducción migratoria, una traducción académica o una traducción especializada busques a un experto asegures que tus ideas, documentos importantes y procesos de trabajos estarán avalados en cualquier idioma.

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